viernes, 5 de septiembre de 2014

EL PODER DE LA LENGUA



EL PODER DE  LA LENGUA
Salmos 45:1;  Santiago 3:5-6  por el pastor misionero y consejero matrimonial y familiar
“…Mi lengua es pluma de escribiente  muy ligero” (Sl. 45:1).
Hoy quiero referirme a lo negativo de  la lengua, y según este salmo, es tan rápido como una pluma dominado por un escribiente. Es como un incendio en  pastizales seco y corre con tanta  ligereza que si uno,  no la detiene a tiempo, peligra grandes daños (Sant. 3:6). Cuando el pueblo de  Dios (Israel), salían de la  esclavitud de Egipto, todo los males  que les sobrevino en su viaje de peregrinación por el desierto, fueron consecuencias del mal uso de la  lengua (1º Cor. 10:10-11). La mala lengua, es responsable de las  grandes guerras, divisiones políticas, matrimonios destruidos,  odios y rencores.
La lengua funciona en base de lo que la persona tiene en el corazón (Mat.12:34); cuando la Biblia habla de “corazón”, no se refiere a  este músculo de carne de unos 275 gramos y el de la mujer 250 aproximadamente; sino del centro de las emociones y la  voluntad que es el alma. Es  de ese  lugar de donde proceden  esos males. Lo triste es que el hombre y ni la mujer y ni tampoco la religión, pueden cambiar el problema del corazón, solamente Dios por medio del Señor Jesucristo.
El plan de  Dios respecto al habla y la comunicación, que seamos buenos informantes y que usemos nuestras lenguas como un caudal de  bendición; expresemos nuestras capacidades y talentos, que nuestra comunicación sea de paz, consolación y edificación; no obstante, en la  práctica no es así; los países del mundo están al borde de una destrucción global a causa de las desinformaciones-la lengua. El escritor del libro de Santiago dice que la  lengua, es un miembro pequeño pero, se  jacta de  grandes cosas (Sant.3:5).
Cuando una persona habla, dependiendo de lo que dice, empuja al interlocutor a responder a las   palabras dicha ¿no fue exactamente eso lo que hizo Satanás con nuestros primero padres en Edén? (Gn.3:1-5). De esta manera funciona el chisme-murmuración.  La mentira corre mas rápido antes  que la  verdad se ponga las  botas para perseguirlo- decía un sabio. Una palabra  bien dicha, puede ser como un bálsamo para una persona que sufre pero, también puede ser como una  espada de doble filo que sin piedad hiere a personas creada a la imagen y semejanza de Dios.
Podemos decir palabras que sanen o palabras que hieran; podemos edificar y construir o desalentar y derribar. Las palabras son estuches de poder y acarrean poder sea positivo o negativo. ¡La decisión es nuestra! Las palabras son semillas que sembramos y con seguridad darán una cosecha en nuestra vida. Quienes consienten su lengua, deben comer el fruto de sus palabras, sea para vida o para muerte (Proverbios 18:21).
“Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 12:18
Hay personas que usan sus lenguas para causar dolor, heridas, desanimo, destrucción . . . por eso la Biblia afirma que “La muerte y la vida están en poder de la lengua.”.
“Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen iniquidad, Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra amarga, Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no temen.”
Salmo 64:2-4
Maldecir quiere decir “Hablar mal de algo o de alguien”, cuando hablamos mal de nuestro esposo o de nuestra esposa, estamos hablando maldición, cuando hablamos mal de la iglesia, estamos hablando maldición . . . por eso, si hemos estado hablando mal, si hemos estado maldiciendo, arrepintámonos y empecemos a hablar bien, hablemos bendición.
Bendecir es “Hablar bien de algo o de alguien”, hemos sido bendecidos para que podamos bendecir, por tanto, hablemos bien de nuestros amigos, de nuestros esposos, de nuestras esposas, de nuestros hijos, de nuestras familias, de nuestras congregaciones, de nuestras ciudades.
Con la lengua, se puede hacer  grandes  beneficios a  nuestros prójimos que fueron creados a la  imagen de Dios, como también, arruinarlo, destruirlo y hundirlos. Habrá un día cuando todos (sin excepción), tendrán que comparecer delante del trono de Dios para rendir cuenta de todos sus hechos aquí en la tierra, fuese buena o fuese mala (Eclésiastes 12:14).
Hasta pronto
Reinaldo diaz: pastor consejero matrimonial y familiar on line de Glóbal Media Outreach
Wueb: diazreinaldo997.wordpress.com
Reinaldo977.blogspot.com

Diazreinaldo997.wix.com/diazreinaldo997-1