EL PODER DE
LA LENGUA
Salmos
45:1; Santiago 3:5-6 por el pastor misionero y consejero
matrimonial y familiar
“…Mi
lengua es pluma de escribiente muy ligero”
(Sl. 45:1).
Hoy
quiero referirme a lo negativo de la
lengua, y según este salmo, es tan rápido como una pluma dominado por un
escribiente. Es como un incendio en
pastizales seco y corre con tanta
ligereza que si uno, no la
detiene a tiempo, peligra grandes daños (Sant. 3:6). Cuando el pueblo de Dios (Israel), salían de la esclavitud de Egipto, todo los males que les sobrevino en su viaje de
peregrinación por el desierto, fueron consecuencias del mal uso de la lengua (1º Cor. 10:10-11). La mala lengua, es
responsable de las grandes guerras,
divisiones políticas, matrimonios destruidos,
odios y rencores.
La
lengua funciona en base de lo que la persona tiene en el corazón (Mat.12:34);
cuando la Biblia habla de “corazón”, no se refiere a este músculo de carne de unos 275 gramos y el
de la mujer 250 aproximadamente; sino del centro de las emociones y la voluntad que es el alma. Es de ese
lugar de donde proceden esos
males. Lo triste es que el hombre y ni la mujer y ni tampoco la religión,
pueden cambiar el problema del corazón, solamente Dios por medio del Señor
Jesucristo.
El plan
de Dios respecto al habla y la
comunicación, que seamos buenos informantes y que usemos nuestras lenguas como
un caudal de bendición; expresemos
nuestras capacidades y talentos, que nuestra comunicación sea de paz,
consolación y edificación; no obstante, en la
práctica no es así; los países del mundo están al borde de una
destrucción global a causa de las desinformaciones-la lengua. El escritor del
libro de Santiago dice que la lengua, es
un miembro pequeño pero, se jacta
de grandes cosas (Sant.3:5).
Cuando
una persona habla, dependiendo de lo que dice, empuja al interlocutor a
responder a las palabras dicha ¿no fue exactamente eso lo que
hizo Satanás con nuestros primero padres en Edén? (Gn.3:1-5). De esta manera
funciona el chisme-murmuración. La
mentira corre mas rápido antes que
la verdad se ponga las botas para perseguirlo- decía un sabio. Una
palabra bien dicha, puede ser como un
bálsamo para una persona que sufre pero, también puede ser como una espada de doble filo que sin piedad hiere a
personas creada a la imagen y semejanza de Dios.
Podemos
decir palabras que sanen o palabras que hieran; podemos edificar y construir o
desalentar y derribar. Las palabras son estuches de poder y acarrean poder sea
positivo o negativo. ¡La decisión es nuestra! Las palabras son semillas que sembramos
y con seguridad darán una cosecha en nuestra vida. Quienes consienten su
lengua, deben comer el fruto de sus palabras, sea para vida o para muerte
(Proverbios 18:21).
“Hay
hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios
es medicina.”
Proverbios
12:18
Hay
personas que usan sus lenguas para causar dolor, heridas, desanimo, destrucción
. . . por eso la Biblia afirma que “La muerte y la vida están en poder de la
lengua.”.
“Escóndeme
del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen
iniquidad, Que afilan como espada su lengua; Lanzan cual saeta suya, palabra
amarga, Para asaetear a escondidas al íntegro; De repente lo asaetean, y no
temen.”
Salmo
64:2-4
Maldecir
quiere decir “Hablar mal de algo o de alguien”, cuando hablamos mal de nuestro
esposo o de nuestra esposa, estamos hablando maldición, cuando hablamos mal de
la iglesia, estamos hablando maldición . . . por eso, si hemos estado hablando
mal, si hemos estado maldiciendo, arrepintámonos y empecemos a hablar bien, hablemos
bendición.
Bendecir
es “Hablar bien de algo o de alguien”, hemos sido bendecidos para que podamos
bendecir, por tanto, hablemos bien de nuestros amigos, de nuestros esposos, de
nuestras esposas, de nuestros hijos, de nuestras familias, de nuestras
congregaciones, de nuestras ciudades.
Con la
lengua, se puede hacer grandes beneficios a
nuestros prójimos que fueron creados a la imagen de Dios, como también, arruinarlo,
destruirlo y hundirlos. Habrá un día cuando todos (sin excepción), tendrán que
comparecer delante del trono de Dios para rendir cuenta de todos sus hechos
aquí en la tierra, fuese buena o fuese mala (Eclésiastes 12:14).
Hasta
pronto
Reinaldo
diaz: pastor consejero matrimonial y familiar on line de Glóbal Media Outreach
Wueb:
diazreinaldo997.wordpress.com
Reinaldo977.blogspot.com
Diazreinaldo997.wix.com/diazreinaldo997-1